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CLUB DE POETAS

Conociendo a FERNANDO LUIS PÉREZ POZA

Conociendo a FERNANDO LUIS PÉREZ POZA


YO SÉ QUE ESTÁS AHÍ

Yo sé que estás ahí,
atrapada en el vértigo que desnuda al miedo,
corazón de fuego que no se aviene a vivir sin jaula,
amazona de honduras que no existen.
Estás ahí.
Entre dunas que humean soledad
y recuerdos que congelan las venas,
escuchando trompetas de silencio,
como si el tiempo fuera un reloj parado
y el mundo aún permaneciera quieto
sobre el eje invisible de un andamio.
Estás ahí,
anclada en una taquicardia lenta
de ánfora cineraria,
derrochando féretros de angustia
y sepulcros de tristeza,
viendo discurrir la vida
desde el ojo tuerto
de un ciprés enfermo.

Estás tan dentro del crepúsculo
que todo te parece noche
y las sombras te miran
con la herrumbre ciega
de una vieja calavera.
Es tanta la feria de amargura
que te roe por dentro los huesos
que ya no quedan sótanos vacíos,
en el interior del tuétano,
para esconder las penas
y ahogar la voz de los espectros.

Pero no pienses que siempre será así,
con hielos que atraviesan la tarde
y pájaros sin alas que no cantan.
Algún día saldrá el sol para ti
con su risa bordada de amarillo infinito
y el verso azul de un horizonte nuevo
prendido en el ojal de la solapa.


ASÍ ERES TÚ, COMPAÑERA

1

Nube blanca o estrella nueva
en un cielo largo de verano,
así eres tú, compañera,
suave como la luz tierna
de un corazón bordado
con el hilo azul de la dulzura,
marea de sueños transparentes
e íntimos tesoros
que sólo la caricia fértil de unas manos
se atreve a poner al descubierto.

2

Tu piel es una tregua infinita
donde hierven sin límite todas las ansias,
un horizonte limpio
que descorre las cortinas del alma
y envuelve en papel de seda
esta negra soledad de náufrago.


3

En tu sonrisa de cometa alegre
madura la luz,
vuelan pájaros de espuma y frenesí
y arde el tuétano del aire
como la paja seca de un granero
en mitad de un rojo incendio.
Tu llanto es un cuchillo
que rasga la médula del tiempo,
un loco polvorín de voces tristes
que me invade sin freno
hasta el fondo de los huesos.

4

Ven y llena mi taza de fuego,
corta la espina del rosal amargo
donde se ocultan las penas.
Derrite este círculo de nieve
que corre helado por las venas
y no sabe en qué abismo infinito
esconde el destino
su agria sentencia de muerte.


HIMNO A LA MUJER

Mujer,
eres alba, espuma, nácar,
lluvia que derrota la sequía,
fuente de besos y volcanes
o el corazón salvaje del viento
derramando un vendaval de ternura.
Por tus venas corre
la salitre de los mares,
la savia azul del universo,
el rosal abierto y palpitante de la luz
latiendo primaveras nuevas.
En tus labios hay sonrisas de sirena,
palabras que suenan a mariposas blancas
y encienden antorchas en la tiniebla de mi tristeza
y derriten el hielo de todas las distancias.
Mujer,
remolino de sol y fuego,
desbordada marea de caricias
en cuyas olas navegan mis sueños
y se despeñan todos mis silencios,
eres luna con sabor a seda,
carnaval de chispas que teje mis relámpagos,
huracán de lava que dilata mis fronteras.
¡Oh, caldera infinita del amor,
bajel rotundo de velas desplegadas,
dislocada tormenta de lascivia!
¿Hacia dónde me lleva la corriente
desatada de tu loca pirotecnia?
¿Hacia qué destino me empujan
los latidos de tu fértil fantasía?
¿Hacia que puerto me arrastran
los vientos de tu ardiente singladura?.


YO TENGO UN CORAZÓN TRISTE

Yo tengo un corazón triste que suena
a campana rota, donde se juntan
los vientos de mil molinos y sueños
y delira un arco iris de ternura.
En mi pecho laten nubes de espuma,
pétalos blancos que el tiempo deshoja
y tus manos desnudan con caricias
que saben como el fuego de una antorcha.
Hay en mí olas secretas que desconoces,
rítmicos vaivenes de seda ardiente
y volcanes que palpitan marfiles
en el loco galope de mis sienes.
Soy una luz perdida en el silencio,
el alma abierta de la última rosa,
la sonrisa que enciende la esperanza
en la noria infinita de las horas.
Por eso, cuando escuchas mis palabras,
y te dejas llevar por mis poemas,
sientes cómo la vida se convierte
en un fértil cajón de pirotecnia.

Septiembre 2001 © Fernando Luis Pérez Poza
Pontevedra. España.


ABRE EL CORAZÓN


Abre el corazón
y sal a respirar afuera,
salta desde el borde de una estrella,
busca un rincón pequeño de la tierra
donde posar la huella de tus pasos.
La vida se va llenando de escamas,
de barcos anclados en la orilla del pasado,
de preciosos aeroplanos que no vuelan
pero se agitan como si fueran
vagones del metro suburbano.
¿Dónde se puede encontrar a dios
si no es enterrado en el universo,
en la náusea infinita del azul
o en el horizonte sin límites de un verso?
A la sábana del tiempo
se le van cosiendo minutos,
sonrisas de seda y bramante
que estallan en la esfera del reloj,
viejos logaritmos huecos de tic-tacs
que nunca se resuelven.
Abre el corazón
y mira dentro
la agonía de la torre
derrotada en mitad
de la partida de ajedrez,
el enroque cobarde de la reina,
el jaque mate y asesino del abismo.
Mira dentro y verás que
el mundo, el futuro y el destino
jamás se declararán en tablas
al final de este delirio.

Septiembre 2001 © Fernando Luis Pérez Poza
Pontevedra. España.


TÚ SABES HACER QUE SIENTA

Tú sabes hacer que sienta latidos
largos en mis venas, corrientes nuevas
en mi sangre, madejas de ternura
que estallan las fronteras
y rebasan los límites del último
horizonte. Eres el hilo que enhebra
mis sentimientos, mis locos arco iris
de sueños, las mareas turbulentas
que palpitan en mi alma.
Tuyo es el territorio de la seda,
el delirio de espuma que desnuda
las sombras e inunda de luz la tierra.
Eres el océano abierto y fértil
prendido en la sonrisa de un cometa.
Eres fuego, vida, uva fermentada
que madura el vino en la bodega
y enciende las bengalas del mañana.
Por tí, por las mesetas
de tu piel se deslizan mis dedos,
mis manos, mis labios, como veletas
que giran al ritmo y compás del viento.
A las montañas de tus pechos trepan
las olas dislocadas de mis besos,
los ecos repetidos de mis yemas,
los ríos desbocados de mi aceite.
Por tí, por tu existencia
pujan todas las células de mi ansia:
el ojo que mira desde la arteria,
la boca que te sorbe el corazón,
la oreja que percibe la tristeza
que emite tu voz llena de congoja.
Tú eres viva, azul, secreta y sincera
como una marea que abraza mis costas
y crece dentro sin que me dé cuenta.
Eres alga que se adhiere a mi cuerpo
y cura las heridas de mis penas
con el yodo colmado de sus manos.

Octubre 2001 © Fernando Luis Pérez Poza
Pontevedra. España.



NO SÉ

No sé adónde vas, ni por qué caminos
te lleva el destino que nunca acierto
a descubrir la ruta de tus pasos,
la senda que conduce a tu universo.
No sé lo que siento, o qué me pasa,
que a veces la noche me desborda,
el frío de la muerte entra en mis huesos
y se adueña de mi alma de gaviota.
No sé de qué manera, ni sé dónde,
ni sé cómo, ni sé cuando empezó
a trepar la amargura por mis venas
y a herirme la negrura del carbón.
No sé por qué el amor izó sus velas
más audaces si sabía que el flujo
del viento y la marea de la vida
te arrastrarían lejos de mi mundo.
No sé con qué ternura vestirán
tu cuerpo mis abrazos si algún día
las olas derramaran en mis playas
la espuma de tu loca fantasía.
No sé qué, ni sé como, ni sé cuando,
ni dónde, ni por qué, ni de qué modo
se abrirá la serpertina del tiempo
y pondrá al descubierto tus tesoros.
No lo sé, pero te espero aquí, anclado
en la amarga bahía del insomnio.

Septiembre 2001 © Fernando Luis Pérez Poza
Pontevedra. España.



NO HAY SOLUCIÓN

Te he sentido en la textura
del aire, en la ternura del viento,
en el tañer de las campanas que cincelan
la tarde, en los días de otoño
y en las alamedas del parque,
tanto tiempo, tantos años,
que no puedo enterrarte,
así, de un solo golpe,
en el pozo ciego del olvido
y aún sigo atrapado
en la prisión de tu recuerdo.
Si te contara que lo he intentado todo
para fundir el hierro
que retiene en mi memoria tus latidos.
Si te contara que he arañado mi frente
para borrar de la mente
los remolinos de amor
que aún se agolpan en mis venas.
Pero de nada ha servido,
porque ahora sé,
con toda certeza,
que si pudiera
liberarme un momento de los ritmos
que tus olas encendieron en mis huesos,
que tus dedos excavaron en mi carne,
que tus sueños vertieron en los ríos
deshauciados de mi sangre,
no podría seguir viviendo,
no sabría existir sin la raíz
de tu médula instalada dentro,
no sería capaz de huir del calor
de tus brazos hechos para abrasarme,
de la luz de tus ojos llenos de horizontes,
del sabor de tu boca madura y carnosa
rebosante de misterios,
aunque solo sea en mis pensamientos.
Porque ahora sé que el vacío
espera fuera, a que salgas de mi vida,
para inundar de hielo mis entrañas,
para romper las amarras de un navío
que navega directo hacia el infierno,
prefiero alimentar tu recuerdo.
No. No hay solución.
Contigo o sin tí la vida se diluye
como un fantasma en el tiempo,
se pierde en la distancia
como un grito sin eco en el silencio,
dejando tras de sí
una estela de horas muertas
que me llenan el corazón de espectros.
Contigo o sin tí la vida comienza
a parecerse a un taller de desguace
donde los sueños se hacen pedazos
o al arenal de una playa a donde llegan
los últimos restos de un naufragio.


Hoy el dolor sabe a andén,
a vía muerta, a tren sin carril,
a corazón hueco de asesino
y bomba desahuciada.

Hoy la vida huele a nudos,
a nudos de sangre coagulada
y mar batido de angustia,
a estampida de miedo.

La muerte camina en espiral,
es soledad espesa atrapada
en un lento amasijo de hierros,
es una pócima fatal, un largo otoño
que revienta el aire
y gira en remolinos ciegos.

¿En qué estación
se bajó la conciencia?
¿De qué almanaque
robó su tiempo el asesino?
¿Qué tren será capaz
de atropellar a la muerte?

Duele, el dolor, duele,
saca punta a la médula
y rebaña la cal del hueso.
Duele, el dolor, duele
a laberinto de círculos
y profunda tiniebla.

Marzo 2004©Fernando Luis Pérez Poza
Pontevedra. España
www.tallerdelpoeta.com


APUNTES BIOGRÁFICOS

Fernando Luis Pérez Poza, nació el 25 de febrero de 1958, en la ciudad gallega de Pontevedra (España). Por la rama paterna desciende de una familia en la que destaca su abuelo Rogelio Pérez “Roxerius”, escritor, poeta, inspector de primera enseñanza y político nacionalista gallego, quien junto a su primo hermano, el poeta vanguardista gallego Manoel-Antonio, formó parte de la generación literaria “Nós”. Es el menor de cinco hermanos. Su hermano Ramón Antonio Pérez Poza, también escritor, ha publicado varios libros de poemas y relatos cortos y una novela.

Cursó estudios de bachillerato en el Colegio Sagrado Corazón y en el Instituto de Pontevedra. A los doce años ingresa en el Seminario La Pequeña Obra de Valladolid, que abandona a los quince al renunciar a su idea de hacerse misionero. Regresa a Galicia y acude a la Universidad de Santiago de Compostela, donde realiza estudios de Medicina y Filología Inglesa sin llegar a terminarlos.

A los veinte años se traslada a vivir a la ciudad de Sevilla, donde reside un año trabajando como administrativo en una empresa de productos químicos. Allí alquila una buhardilla justo al lado de la casa de Gustavo Adolfo Bécquer y escribe sus primeros poemas, que recita en las veladas que se celebraban en los locales del grupo poético Noches del Baratillo.

A su regreso a Pontevedra publica un pequeño libro de poemas y relatos cortos, de corte vanguardista, que titula “Los neurosábados”. Paralelamente colabora con el movimiento asociativo juvenil, participando en la fundación de los Exploradores de España, Boys Scouts de Galicia y el Grupo Pioneiro Máis Alá, este último que recibe el nombre de un manifiesto poético efectuado por el poeta Manoel-Antonio y otros intelectuales y que iba destinado a la juventud gallega.

Su vida laboral transcurre entregado a los movimientos asociativos, sindicales y de defensa del consumidor, así como a la administración pública, en la que ha desempeñado el puesto de Jefe de Protocolo de las Cortes de Castilla y León durante una legislatura, puesto desde donde fomentó la realización de numerosas publicaciones institucionales.

En el ámbito de la prensa escrita ha colaborado desinteresadamente con medios de comunicación como La Voz de Galicia, Diario de Pontevedra y Faro de Vigo. En la radio, participa habitualmente en programas de la cadena Ser, de la Cadena COPE y casi todo el resto de emisoras de radio y televisión con sede en Galicia, especialmente en el área de consumo.

En la actualidad compatibiliza su cargo de Consejero de la OCU, Organización de Consumidores y Usuarios, a escala nacional, con su cada vez más intensa producción literaria, que le lleva a escribir varios libros de poemas: “A Pablo Neruda”, "Poemas de la Red", "Entre redes", “Aprendiendo a amar”, “Marea interior”, "El laberinto de las letras" y "Lengua de Trapo", y varios relatos cortos. Desde hace algún tiempo, colabora con varias listas poéticas de la red de Internet, entre las que cabe destacar Mundo Poético (Argentina), el grupo Bolivia-Literatura (Bolivia), Blinda (Argentina) y Diáspora-poesía (Chile). El boletín electrónico de poesía “Brisas”, con distribución diaria a 4.500 personas repartidas por todo el mundo ha seleccionado y publicado algunos de sus poemas. Asociaciones culturales de New Jersey y Los Ángeles en EEUU han incluido varios de sus poemas en sus revistas.


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