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CLUB DE POETAS

CRÓNICA DE UN ENCUENTRO (III) por Muad; Segunda parte.

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MIMO

Es lo más parecido a un vino gran reserva: serio y juguetón. De lo que entiende, entiende un rato largo, compañero agradable en todo momento, no verás en él ni un asomo de acritud. Despierta confianza de una manera natural y posee una inteligencia práctica fuera de lo común. Aportó a la quedada presencia, esencia, experiencia y pitorreo lo que nos permitió disfrutar de su manera de ser y de hacer. Encantado de haberte conocido un poco mejor, Mimo.

FREEDOM

Coletitas es la niña de nuestros ojos. Su manera de hablar, fuerte y si vacilación, su saber estar con los pies sobre la tierra, su acusada juventud madurada a velocidad vertiginosa, le da un tinte peculiar y único. Como compañera es activa y divertida, y en la conversación asoma su sentido común ostensiblemente; por supuesto le sobra cachondeo y si tiene que tomarle el pelo a alguien se lo toma a base de bien. Si digo que es una poetisa fuera de serie no descubro nada nuevo, y si digo que su presencia entre nosotros es imprescindible, tampoco. Gracias por ser tú coletitas.

BRISSA

Brissa es maravillosa. Toda cariño, Toda corazón. Es capaz de irradiar el afecto con la misma naturalidad con la que el sol derrama su calor, ese calor que te impregna, que se apodera de ti y te llena de vida. Y cada vez que la miras, esté donde esté, siempre sorprendes en ella esa risa que te desarma y te invita a sonreír. Donde se necesite una palabra amable allí la pone ella, paño de lágrimas para todo el que la reclame en busca de consuelo.
Su fuerza es la presencia de sus amigos, y cuando se van, su flor delicada y frágil, brilla fugaz en el agua, lágrima viva en un mundo con demasiadas distancias. Nos alimentó material, (¡cómo cocinas compañera!) y espiritualmente, y, sin ser sargento, nos trajo y nos llevó por donde quiso.
Mi entrañable amiga, pedacito de mar, nunca nos dejes.

MIGUEL ÁNGEL

Es físico. Teórico y práctico, pero solo se le nota lo justo, sobre todo cuando ejerce de poeta.
Es un culo inquieto y donde está nada permanece tranquilo. Es de los que tienen todo el día las antenas desplegadas para captar y degustar lo que la vida ofrece, que suele ser mucho más de lo que la gente piensa. Hagas lo que hagas es el compañero ideal y no hay tema de conversación que no puedas tocar con él. Carece de toda afectación y rezuma naturalidad; tiene la azotea muy bien amueblada pero si tiene que darle una patada a la lógica, se la da y se queda tan tranquilo.
A ver si vienes por La Rioja, compañero… te espero.

CRIS

Con ella sé que agotaré los más bonitos y agradables adjetivos del diccionario. Ponedlos todos en fila india, leedlos, y os haréis una idea de lo que es Cris. En el papel de anfitriona se desvivió por nosotros. En el de guía, estuvo perfecta, aunque para seguirla por Gijón tuve que sudar tinta china ¡jolín! que aquí son todos de la cuerda del Alonso ese. Como compañera no es una compañera cualquiera, es “la” compañera. Su delicadeza solo es comparable al tacto del resplandor de la luna, (Muad no te pases), y su simpatía no tiene límites.
Como poetisa es una bicoca y le da cien mil vueltas a muchos que van por el mundo dándoselas de hiperliteratos inasequibles, y cuando recita…bueno, cuando recita uno se olvida de todo.
El último abrazo que di y que me dieron fue el suyo, y casi se me saltan las lágrimas cuando me estrujó con esa suavidad que sólo ella sabe transmitir. Gracias por todo y sobre todo, por la energía que nos regalas.

HABANITA

Me cautivó con su voz, llena de matices melodiosos. En principio. Detrás de su voz se escondía (para mí) una poetisa excepcional a la que yo había leído muy de pasada (mea culpisima) y sobre todo una personalidad humana y cultural que me dejaron estupefacto. Pero lo que acabó por dejarme KO fue su fino sentido del humor y la coña marinera de que hace gala, con una elegancia y un estilo que son dignos de ver. Sus comentarios, sus puntos de vista revelaban una inteligencia de la que ella misma no sé si se da cuenta.
Era el alter ego de Brissa.
Su mirada, con esos ojazos que parecen los botones del cestaño de mi abuela, todos grandes y redondos, manifestaba una tal cantidad de matices que parecía un caleidoscopio. Si se hubiese puesto a hipnotizarme lo habría conseguido.
Un sol.

LA-SIN-NICK

Es el azote de la masculinidad andante y reinante. A pesar de eso me cayó bien en cuanto probé sus “princesitas” así que, como goloso que soy, me conquistó por el estómago.
Eso de entrada.
Luego fue conquistando otras parcelas de mi personalidad.
Cuanto más conoce a la humanidad, más quiere a su perrillo diminuto, pero estoy seguro de que, después de haber estado con nosotros, esa opinión se le habrá tambaleado un poco. No mucho. Algo…
Tiene una risa fácil y explosiva y una ironía demoledora que no tiene reparos en descargar sobre quien se hace acreedor a ella. Pero tiene su punto sensible, su toque de fragilidad, un algo medio escondido que despierta la sonrisa y la complicidad, y acaba por convertirla en algo mucho más atractivo y encantador de lo que ella supongo que piensa y cree. ¡Ja! Conocerte fue un auténtico placer muchacha.

CINDE

Cinde también me conquistó por el estómago. ¡Menudos bombones! Pero quiero hacer constar que sin bombones también me hubiera conquistado.
Tiene una cara de no haber roto un plato en su vida, con unos rasgos de una inocente bondad a prueba de bombas, que te dan ganas de colocarle unas alitas blancas y una corona luminosa.
Como poetisa la conocía de sobra, (a ella sí); ya se sabe que tiene más premios que trofeos de liga el Real Madrid. Su carácter hace juego con su fisonomía y es una delicia estar con ella.
Nada muchacha…a por el Nóbel…


Nos habíamos dado la gran paliza para recoger aquello. Y para dejar las cosas más o menos como estaban. Lo de la cocina fue de órdago pero al final no se notaba gran cosa el pequeño caos que fue. Sólo nos quedamos con la duda de si el microondas se lo cargaron las palomitas, o es que ya estaba tocado del ala. Y de la cola.
En el hiper cargamos con una tonelada de palomitas para microondas, para ponernos morados entre verso y verso; pero nada más meter el primer paquete, y cuando éste se inflaba alegremente en medio del pimpampum, el microondas hizo ¡PORRROOOMMMM!, con fuegos artificiales de verdad, así que, acojonados, lo apagamos por la vía rápida. Adiós a las palomitas. Resignación. ¡SNIFFF!
Con las maletas a buen recaudo, (Freedom para cuando nos levantamos ya había volado, “adiós Coletitas…”), llegó la hora de acompañar a Habanita al bus, con Mimo y Brissa. “Adiós Habanita guapa, cuídate.” Besos, abrazos, lagrimillas, lagrimazas, con el nudo en la garganta cada vez más prieto, nos dejamos caer en un bar desierto para desatascarnos un poco y concedernos un pequeño toque de olvido. Pero el tiempo se nos echa encima y Cris está a punto de venir a buscarnos.


“¿Hasta cuando te quedas?”
Me gustaría quedarme hasta lo último de lo último, pero nada más pensar en el atasco de Bilbao se me ponen los mismísimos hasta donde ya os podéis figurar. Pillar el atasco de Bilbao es una de las experiencias más traumáticas que un ser humano es capaz de experimentar. De modo que, cuando emigramos con armas y bagajes a casa de Zeny y Zeny me dijo “quédate a comer”, planteé lo del atasco en términos dramáticos, para hacerles ver que mi acojono era real como la vida misma.

En casa de Cris, todo luz, dejamos caer nuestras últimas palabras, oímos los últimos poemas y, la verdad, alargar aquello era ya para mí una agonía, ya no por el dichoso atasco, sino porque tenerlos allí y estar con el pensamiento puesto en que dentro de poco los iba a tener que dejar, me ponía melancólico y tontorrón, con que decidí irme. Largos abrazos, largas miradas, brillantes sonrisas que apenas podían disimular su humedad. El último abrazo me lo dio Cris antes de entrar en el ascensor.

Y me quedé solo.


APÉNDICES Y ACLARACIONES

El atasco de Bilbao tuvo lugar exactamente al día siguiente. Eso da una idea de lo alegremente que camino yo por el mundo.

Estos textos han pasado la censura y obtenido la aprobación de todos los que aparecen en ellos. Vean.
NIHIL OBSTAT

El as de picas me lo quedé yo. Y el comodín.

¿Merecería la pena patentar el parchís a tres y el parchís con negritos? Mimo, entérate a ver.

¿Se puede hacer una sección en el club de inventos poéticos?

El año que viene celebraremos el cumpleaños del acebo con tarta de fosfatos nitrogenados y velita. ¿Vale?

El perrito de La-sin-nick es el can más miniaturesco del mundo. Ella dice que va a crecer.
Bueno.
Ya veremos.

Fin (De momento)

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