ARMONIA
Me resulta dificil describir a Maribel (armonia, ñato, poeta del siglo XXI, zíngara, esa anónima tan cercana). Seguro que a ella no le costaría tanto, se conoce muy bien y tiene salero para rato. Pero mientras aguardo sus palabras, intentaré hacerla un boceto.
Alumna soñadora, amiga infatigable, la niña más traviesa de todas las niñas, hija, esposa, madre y abuela, la abuela más joven de todas las abuelas. Andaluza de Aragón, zíngara descalza, poeta rebelde. Es pura amistad -sin maledicencias-: Preguntarle a la Giralda, a las olas del mar de Granada, a la Alhambra, a los olivos de Jaén, al océano de Huelva, a los diccionarios inéditos de todas las españas, a todos los relojes, los silencios y las ausencias.
Tiene un sitio en la poesía de siempre, la poesía que llega a todas las casas, a cualquier corazón limpio de polvo y paja. tiene un lugar reservado para ella, aunque nunca quiere ocuparlo, y mira que la Gloria la espera con los brazos abiertos. No seduce a los libreros ni a los príncipes alados, no por que no pueda, sino porque le dan alergia. Prefiere caminar a ir en coche de caballos, porque ella es gigantesca. Son gigantes sus sentimientos, sus palabras, y son tantos sus poemas que no sabe nunca donde los deja. Todos los abrazos y los besos la conocen, porque es muy zalamera y generosa, y regala flores y versos a cualquiera.
¡Ay armonía! si tu fueras mi abuela...
Y mientras espero a que lleguen tus letras, yo te presto estas. Un beso -sin maledicencias- de Miguel.
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