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CLUB DE POETAS

Artículos de opinión

LÍBANO

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¿Qué es el Líbano? (Jorge Adoum)

Seguramente, querido lector, me contestarás que es un país montañoso del Asia Menor, famoso por sus cedros y limitado al Oeste por el Mediterráneo, al Sur por Palestina, al Este por Siria y al Norte por el territorio de los Alauitas. Se extiende sobre una superficie de 10.860 kilómetros cuadrados, que la ocupan 1.000.000 de habitantes. Capital, Beirut.
Pero, el magnífico y eterno Líbano no se lo define con un criterio geográfico. No son suficientes datos, sobre la situación y el terreno, para decir lo que es el punto más hermoso del mundo y el más elogiado por la Sagrada Escritura.
El Líbano, no desapareció, como creen algunos, con los profetas David y Salomón. No, el Líbano no es sólo el nombre de una montaña o de un país. Es una palabra poética que encierra un incógnito murmullo entre sus letras. Líbano es un sentimiento en el alma, un deseo en el corazón y un pensamiento en la mente. Su cielo límpido y el juguetear de sus aguas cristalinas son una alusión a la eternidad y una materialización del amor, la belleza y la inspiración. Sus cumbres ancianas y canosas inspiran un sentimiento de respeto. La verdura de sus campiñas -como la figura de un niño- produce placer y alegría. El cedro -emblema de lo eterno- es una decoración, un adorno colocado por la mano de los siglos en el pecho del Líbano. Llora el invierno y sus lágrimas son trocadas en perfumadas perlas con que se atavían los campos del Líbano.
La primavera, "aquel Dios invisible" -como la visualizó el maravilloso árabe Gibran Kalil Gibran recorre el mundo con la velocidad de un viajero, y al llegar a Líbano se detiene para descansar y conversar con sus semejantes, los dioses que revolotean por aquel cielo. Se olvida de su viaje y permanece allí casi hasta el fin del verano. Pero cuando le acaricia el húmedo viento del otoño, despierta del suave letargo que le brindó el Líbano y vuelve a reanudar su interrumpido viaje y se aleja, mirando hacia atrás de vez en cuando.
EI verano del Líbano sacia los cuerpos hambrientos con sus frutos, únicos rezagos de la tierra prometida y el otoño embriaga a las almas sedientas con el vino del amor.
En sus noches, las brisas resucitan los cantares de Salomón y el arrullo de la cítara de David al oído de los enamorados y poetas. Porque el Líbano es la patria del amor y la poesía.
Sonríe el día y se disipa del corazón toda amargura y hace de la vida una alegría eterna, como nos alegra la sonrisa de la mujer amada. Líbano y la mar son dos enamorados que juegan con sus caricias eternamente. Ella empuja desde el horizonte las olas para mezclar la plata de su espuma con el oro de las arenas de él, para unir la masa platinada de sus rizos con el cabello áureo de su enamorado como si se unieran en un beso. Ella, en el flujo, le abraza, y en el reflujo, dolorosa ausencia de quienes se aman, le estrecha los pies como última caricia y como final protesta a la derrota.
Líbano es la inspiración de los poetas, de los músicos y de los pintores. Líbano es el Paraíso Perdido del mundo.
Jorge Adoum

KHALIL GIBRAN
El Profeta


Hacia el año 1923, el escritor libanés Kalil Gibran publica "El Profeta", esta obra será no sólo la de mayor éxito sino la más madura de cuantas escribe.
Filósofo y poeta, Gibran pasó muchos años pensando en el libro y esperando siempre momentos especiales. "Este libro es sólo una pequeña parte de lo que he visto y de lo que veo cada día, una pequeña parte de las muchas cosas que anhelan expresarse en los silenciosos corazones de los hombres y en sus almas. El Profeta es sólo la primera letra de una sóla palabra."
Cuando algunos le preguntaron como había sido escrito contestó: "El libro me ha escrito a mí". Estaba refiriéndose a que él era transmisor de una enseñanza universal que es patrimonio de la humanidad; si dejas que tu alma, libre de los egoísmos y estrecheces comunes, pueda viajar a mundos más puros entonces encuentra la fuente de conocimiento.
El decía que "el Profeta" fue su segundo nacimiento y tomando como primero el biológico, el segundo es el nacimiento de la conciencia. En clave psicológica sería el alter ego de Kalil como diría Freud o, el "sí mismo" como diría Jung.
Presentándose con el nombre de Almustafá, el profeta, antes de partir del pueblo de Orfalase, a instancias de Almitra, la sacerdotisa, él se dirige a los habitantes para decirles: "¿De qué otra cosa os puedo hablar sino de lo que veo vibrar en vuestras almas?".
Es entonces cuando nos acerca a los aspectos más importantes con los que toda persona se encuentra en su vida. Nos hará reflexionar sobre ellos, revisar nuestras ideas, nuestros sentimientos y nuestra actitud. El nos abre la puerta para conocer y encontrarnos con el verdadero ser humano, aquel que se esconde tras las apariencias, el que puede emerger si sabemos esculpirlo.
En el amor: "el amor sólo da de sí y nada recibe sino de sí mismo". En la amistad, "cuando vuestro amigo se calla, vuestro corazón continúa escuchando su corazón". Descubriendo qué es la alegría y la tristeza, "juntas llegan, y cuando la una viene a sentarse a vuestra mesa, recordad que la otra, dormida, os espera en vuestro lecho". En el trabajo de cada uno, "y trabajar con amor es estar unido con vosotros mismos, y con los otros y con dios". Profundizando sobre la verdadera libertad, "y si es un temor el que quereis disipar, el centro de este temor está en vuestro corazón y no en la mano que teméis". Y la generosidad, "poco dáis si sólo dáis de vuestros bienes, dáis de verdad sólo cuando dáis de vosotros mismos".
Y tras todo ese recorrido, apartando en cada giro un velo más nos descubrirá levemente los misterios de la vida y de la muerte con su lenguaje intimamente poético y cargado de significado.
"¿Y qué es cesar de respirar sino liberar al aliento de sus mares agitados, a fin de que se levante y se expanda y busque a Dios libremente?" Almustafá partirá del pueblo de Orfalese pero su marcha no es sinónimo de vacio, se ha convertido en guía para que cada uno reconozca su propio ser interior y puedan vivir su propia vida de acuerdo con su naturaleza inmortal que ha arraigado en lo más profundo de sus corazones.
"Vosotros no estais encerrados en vuestros cuerpos, lo que sois habita más arriba de las montañas y vaga en el viento..."
Kalil Gibran deja constancia de la importancia que tiene el Profeta, ya sea en el libro o en la vida real. Es la figura del maestro, del hombre de conocimiento, es el que guarda las semillas de la sabiduría para aquel que la ame y quiera buscarla. Para cubrir la necesidad de aprender que tiene el ser humano se necesita de aquel que enseñe, alguien con esa capacidad tan poco común de ver más allá de la superficie y profundizar a través de las máscaras de la vida; y ese alguien nos puede descubrir algo que naturalmente todo ser humano necesita porque devuelve la magia de saberse humano y la posibilidad de vivir de acuerdo con nuestras nobles aspiraciones.

Yolanda García

Una muestra recrea «el enigma sin fin» entre Lorca y Dalí

Una muestra recrea «el enigma sin fin» entre Lorca y Dalí El castillo de la localidad de Figueres acoge una exposición permanente

Uno de los escenarios por donde circuló la amistad entre Federico García Lorca y Salvador Dalí es, desde hoy, el centro de una de las últimas exposiciones surgidas a raíz del centenario del pintor ampurdanés, sucedido el pasado año. En el castillo de Figueres se puede ver «La persistencia de la memoria», una serie de plafones en los que se resumen en imágenes aquella relación entre dos genios de la cultura del siglo pasado, a partir del comisariado de Vinyet Panyella.

Lorca y Dalí se conocieron en 1922 en la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde también entablarían amistad con nombres como Luis Buñuel, Emilio Prados o Pepín Bello. Tras la muerte del poeta granadino, muchos han querido profundizar en una de las relaciones más célebres de la llamada Edad de Plata. Tras los pasos dejados por las investigaciones de Rafael Santos Torroella, Ian Gibson y Agustín Sánchez Vidal, «La persistencia de la memoria», muestra presentada ayer en Figueres, quiere divulgar entre el gran público los entresijos de lo que, todavía hoy, es un «enigma sin fin».
Según la comisaria de la exposición, Vinyet Panyella, «la muestra se ha gestado a partir de las biografías artísticas de los dos personajes. He seguido su relación personal a partir de sus obras artísticas y la exposición está basada en la creatividad, no en la simple anécdota que todo el mundo conoce».

Rostros ocultos. En la exposición se puede conocer de primera mano el nacimiento de la llamada «época lorquiana», llamada así por Santos Torroella, por la aparición de la efigie del poeta en la pintura del joven Salvador Dalí. En este sentido, el visitante encontrará reproducciones de cuadros como «Naturaleza muerta al claro de luna», «Homenaje a Satie» o «La sangre es más dulce que la miel», cuadro en su día propiedad de Coco Chanel y hoy desgraciadamente desaparecido, tal vez para siempre. Es en esta obra donde, entre un burro podrido, manera daliniana de aludir al Platero de Juan Ramón, y un aparato y mano, surge la cabeza de Federico García Lorca, a muy poca distancia de la del pintor ampurdanés.
También hay espacio para las bromas privadas entre los dos genios, como la obsesión del poeta por hacerse el muerto, las burlas a un tipo de cultura a partir del concepto «putrefacto» o la recreación de Granada a través de las callejuelas de Cadaqués según los decorados de Dalí para «Mariana Pineda» de Lorca. La colaboración del catalán en «Un chien andalou» de Buñuel y la publicación del «Romancero gitano» enfría la amistad. Cuando Federico García Lorca muere asesinado, Salvador Dalí pintará su rostro en telas como «El enigma sin fin» hasta culminar en la gran pintura «Torero alucinógeno». Tal vez por esa razón, como puede verse en la muestra, Dalí se esforzó pronto en hacer patente su homenaje al poeta a través de la escenografía de «Café de Chinitas», una puesta en escena producida por el marqués de Cuevas, uno de los principales mecenas del pintor, y con la intervención de Encarnación López Júlvez «la Argentinita». La tragedia que supuso para Dalí perder a quien veía como la amistad más importante de su juventud, acabó siendo una obsesión, hasta el punto de repetir la palabra «Lorca» en algunos momentos de su larga agonía. A ello hay que sumar el drama de, salvo contadísimas excepciones, la desaparición de las cartas que el poeta envió al pintor, documentos que serían clave para aclarar los interrogantes de aquella amistad nacida en la Residencia de Estuciantes. Asimismo todavía también queda por saber qué ha sucedido con el archivo familiar, guardado por Anna Maria Dalí, y hoy demasiado disperso entre colecciones privadas y algún museo, con la pérdida de apuntes, libros y otra documentación de indudable valor histórico.

Museo. La comisaria de la muestra, Vinyet Panyella, ya avanzó ayer que «si Figueres se plantea tener una exposición permanente a partir de esta muestra, es evidente que se debería de replantear porque una exposición temporal es muy diferente a una permanente y a ésta todavía no se le ha dado una dimensión museística». En respuesta a este hecho, la concejal de Cultura de Figueres, Isabel Pineda, aclaró que «de momento, queremos ver cómo responde el público durante los meses que permanezca expuesta en el castillo». Será el público quien decida ahora sobre el destino de la muestra que abre sus puertas hoy a todos aquellos interesados en conocer aquella inolvidable amistad.

Lorca y Dalí se conocieron en 1922 en la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde también entablarían amistad con nombres como Luis Buñuel, Emilio Prados o Pepín Bello. Tras la muerte del poeta granadino, muchos han querido profundizar en una de las relaciones más célebres de la llamada Edad de Plata. Tras los pasos dejados por las investigaciones de Rafael Santos Torroella, Ian Gibson y Agustín Sánchez Vidal, «La persistencia de la memoria», muestra presentada ayer en Figueres, quiere divulgar entre el gran público los entresijos de lo que, todavía hoy, es un «enigma sin fin».
Según la comisaria de la exposición, Vinyet Panyella, «la muestra se ha gestado a partir de las biografías artísticas de los dos personajes. He seguido su relación personal a partir de sus obras artísticas y la exposición está basada en la creatividad, no en la simple anécdota que todo el mundo conoce».

Rostros ocultos. En la exposición se puede conocer de primera mano el nacimiento de la llamada «época lorquiana», llamada así por Santos Torroella, por la aparición de la efigie del poeta en la pintura del joven Salvador Dalí. En este sentido, el visitante encontrará reproducciones de cuadros como «Naturaleza muerta al claro de luna», «Homenaje a Satie» o «La sangre es más dulce que la miel», cuadro en su día propiedad de Coco Chanel y hoy desgraciadamente desaparecido, tal vez para siempre. Es en esta obra donde, entre un burro podrido, manera daliniana de aludir al Platero de Juan Ramón, y un aparato y mano, surge la cabeza de Federico García Lorca, a muy poca distancia de la del pintor ampurdanés.
También hay espacio para las bromas privadas entre los dos genios, como la obsesión del poeta por hacerse el muerto, las burlas a un tipo de cultura a partir del concepto «putrefacto» o la recreación de Granada a través de las callejuelas de Cadaqués según los decorados de Dalí para «Mariana Pineda» de Lorca. La colaboración del catalán en «Un chien andalou» de Buñuel y la publicación del «Romancero gitano» enfría la amistad. Cuando Federico García Lorca muere asesinado, Salvador Dalí pintará su rostro en telas como «El enigma sin fin» hasta culminar en la gran pintura «Torero alucinógeno». Tal vez por esa razón, como puede verse en la muestra, Dalí se esforzó pronto en hacer patente su homenaje al poeta a través de la escenografía de «Café de Chinitas», una puesta en escena producida por el marqués de Cuevas, uno de los principales mecenas del pintor, y con la intervención de Encarnación López Júlvez «la Argentinita». La tragedia que supuso para Dalí perder a quien veía como la amistad más importante de su juventud, acabó siendo una obsesión, hasta el punto de repetir la palabra «Lorca» en algunos momentos de su larga agonía. A ello hay que sumar el drama de, salvo contadísimas excepciones, la desaparición de las cartas que el poeta envió al pintor, documentos que serían clave para aclarar los interrogantes de aquella amistad nacida en la Residencia de Estuciantes. Asimismo todavía también queda por saber qué ha sucedido con el archivo familiar, guardado por Anna Maria Dalí, y hoy demasiado disperso entre colecciones privadas y algún museo, con la pérdida de apuntes, libros y otra documentación de indudable valor histórico.

Museo. La comisaria de la muestra, Vinyet Panyella, ya avanzó ayer que «si Figueres se plantea tener una exposición permanente a partir de esta muestra, es evidente que se debería de replantear porque una exposición temporal es muy diferente a una permanente y a ésta todavía no se le ha dado una dimensión museística». En respuesta a este hecho, la concejal de Cultura de Figueres, Isabel Pineda, aclaró que «de momento, queremos ver cómo responde el público durante los meses que permanezca expuesta en el castillo». Será el público quien decida ahora sobre el destino de la muestra que abre sus puertas hoy a todos aquellos interesados en conocer aquella inolvidable amistad.

(Artículo de Victor Fernández,publicado el 7/05/05 y reproducido de La Razón Digit@l)

"La actualidad de Miguel Hernández" ARTÍCULO DE OPINIÓN DE JOAQUÍN BENITO DE LUCAS

"La actualidad de Miguel Hernández en los estudiantes universitarios"

Más de una vez me he preguntado qué es lo que hace que un poeta siga siendo leído cuando ha transcurrido más de medio siglo de su muerte. Ya sé que hay razones irrefutables como son la calidad de su obra, la modernidad de su pensamiento, la actualidad de su lenguaje, etc. Sin embargo, poetas que poseen todas esas virtudes literarias van perdiendo poco a poco actualidad hasta quedar reducidos a unas líneas en los manuales de literatura y a un par de poemas en las antologías.

Estas consideraciones me las hago año tras año, al corregir los trabajos que sobre poetas españoles realizan mis alumnos del curso “Poesía española contemporánea”, en la Facultad de Formación de Profesorado y Educación de la Universidad Autónoma de Madrid. Bajo el enunciado de “Poesía española contemporánea”, explico durante el primer cuatrimestre de cada curso, desde hace bastantes años, la evolución de la lírica partiendo de la generación de 1936 hasta llegar a la promoción de los años 70. El trabajo final de cada alumno consiste en el estudio de la obra de un poeta de ese periodo, elegido libremente. Son entre diez y quince folios en los que se expone un breve resumen de su vida y se estudia alguno de sus libros, con indicación de la bibliografía utilizada.

Y todos los años compruebo que los alumnos eligen, de tan variado y rico panorama lírico, casi los mismos nombres: Blas de Otero, José Hierro, Gabriel Celaya, Rafael Morales..., sin que falte Claudio Rodríguez o José García Nieto, entre otros. Pero, sobre todos esos nombres, gran parte de los trabajos tratan de Miguel Hernández. ¿Por qué ese interés por este poeta?

En el último curso que he impartido (octubre 2002- enero 2003), de los sesenta alumnos matriculados en esta asignatura de “Libre configuración”, doce han elegido para su trabajo final la obra de Miguel Hernández, lo que representa el 20% de los asistentes.

De estos doce alumnos que han elegido la obra del poeta oriolano, siete se han decidido por El rayo que no cesa, tres por Cancionero y romancero de ausencias, uno se ha inclinado por Perito en lunas, y otro ha ofrecido una visión de conjunto de El rayo que no cesa y Cancionero y romancero de ausencias. Como puede verse, ninguno de los trabajos ha tratado sobre los dos libros relacionados con la poesía de guerra: Viento del pueblo y El hombre acecha.

Se podría pensar que tanto en la elección de cada poeta como en la predilección por una de sus obras es determinante para el alumno la actitud del profesor que muestra mayor interés y admiración hacia uno u otro de los autores explicados. En lo que a mí respecta, puedo asegurar que trato de ser ecuánime en mi interés y admiración por cada autor y que la valoración que de ellos hago se atiene lo más posible a la que ofrece la crítica especializada.

De todos modos, algo debe de influir en la decisión de los alumnos mi actitud al explicar a cada poeta y su obra. Las razones que los estudiantes dan para elegir a Miguel Hernández se fundamentan, principalmente, en la compasión – (“sentimiento de pena provocado por el padecimiento de otros , e impulso de aliviarlo”) que sienten hacia el hombre y su peripecia vital, y la emoción y sinceridad con que es cantado el amor y el dolor en su poesía. Así, en varios de los trabajos citados se dice “Apasionado y reflexivo, retórico y espontáneo, mimético y original, se entrega a su obra de poeta como reflejo verdadero de su propia existencia que intuyó desde muy pronto amenazada por el cuchillo del egoísmo, la traición y el crimen. Su concepción solidaria de la vida está plenamente reflejada en su obra, y quizá tan claramente en sus sonetos de El rayo que no cesa como en su posterior poesía, donde los temas y su tratamiento conllevan más consideraciones para interpretarlo así. Es, pues, una figura “romántica” que desesperadamente lucha a favor del amor, la justicia y la libertad, es decir, en defensa del hombre”.

Este pasaje, que yo pongo entre comillas. aparece, como ya he dicho, en varios de los trabajos citados, pero sin entrecomillar. Corresponde literalmente a lo que yo digo del poeta en mi librito Literatura de postguerra: La Poesía (Madrid, Cincel, 1981). Sin embargo, no citan esa obra en la bibliografía final. ¿De dónde lo habrán sacado? ¿Posiblemente de Internet?

Joaquín Benito de Lucas
Universidad Autónoma de Madrid