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CLUB DE POETAS

Pontevedra por brissa (y 3)

Pontevedra  por brissa  (y 3) Ruta 4: Museo de Pontevedra

Nuestra siguiente etapa nos lleva al Museo de Pontevedra, cuyos dos principales edificios se encuentran en la Plaza de la Leña, que recibe el nombre de los antiguos comerciantes que vendían la leña para las cocinas. En el centro podemos ver un cruceiro del siglo XVI, que estuvo emplazado anteriormente en el Puente del Burgo.


Fundado en 1927, el Museo de Pontevedra ocupa cinco edificios. Son los centrales la casa barroca de José de Castro y Monteagudo y el pazo de los García Florez. Unidos por un arco, son claros ejemplos de pazos urbanos galegos del siglo XVIII.

El Museo pretende mostrar a través del conjunto de obras que se exhiben en sus cinco sedes (los edificios Castro Monteagudo, García Flórez, Fernández López, Sarmiento y las Ruinas de Santo Domingo) las líneas maestras de la Historia, de la Arqueología y del Arte de nuestro entorno insertándolas en ámbitos más generales, tanto nacionales como internacionales.

Se trata de un museo conceptualmente distinto a lo habitual, en el que se prescindió de la exhibición aislada de obras, algo sin duda mucho más frío que encuadrarlas en ambientes de época con referencias comparativas. De ahí que los responsables del Museo prefieran referirse a él con el nombre de Museo-Hogar.

Ruta 5: Capilla de la Virgen Peregrina
En esta última etapa por la ciudad de Pontevedra, quenos llevará desde la iglesia de San Bartolomeu hasta nuestro punto de partida en los Jardínes de San Vicenti, visitaremos a la patrona de Pontevedra: la Virgen de la Peregrina.


La Iglesia de San Bartolomé, construida a finales del siglo XVII, fue la sede de la Compañía de Jesús hasta su expulsión de España en 1767. De estilo barroco su fachada está decorada con columnas y con los símbolos heráldicos de algunas de las familias nobles de la época que ayudaron a su construcción.

En su interior podemos ver una interesante muestra de retablos y tallas de gran valor. Adosada a la iglesia se encuentra el edificio Sarmiento, antiguo convento y que hoy alberga algunas salas del Museo Provincial. En sus celdas vivió el célebre padre Isla.

Desde aquí podemos dirigirnos a extramuros donde está la Iglesia Convento de Santa Clara. Construida a finales del siglo XIV, de estilo gótico ojival, daba nombre a la Puerta de Santa Clara, una de las entradas de la antigua muralla. Destaca el ábside poligonal y una de las puertas góticas, en la que aparece representada una escena del juicio final. En su interior se guardan las reliquias de San Vicente Mártir, además de poder contemplar una importante muestra de retablos barrocos.

Retomamos nuestros pasos y por la Calle Cobián Roffignac llegamos a la iglesia de la Peregrina. Es la más característica de Pontevedra, dedicada a la Virgen Peregrina que procedente de Efeso paró en la ciudad en su peregrinaje a Santiago. Su construcción se inició en 1778.

Con su planta circular en forma de concha de vieira, combina el barroco con formas neoclásicas. En la original fachada curva podemos ver las imágenes de La Virgen, San José y Santiago Apóstol. El retablo mayor de 1789 es obra del escultor Melchor de Prado. En su interior alberga la venerada imagen de la Virgen Peregrina, patrona de la ciudad, con su bordón, calabaza y concha típicas, y con el Niño sobre el brazo. La pila del agua bendita es una gran concha marina, donada por el Almirante Méndez Núñez, que la había obtenido en alguno de sus viajes por el Pacífico.

Salimos de la capilla y recorremos la calle Michelena, siguiendo el trazado de la antigual muralla, de la cual se conservan restos en el número 20 de dicha calle.

Finalizamos nuestro paseo por esta hermosa ciudad de Pontevedra en los Jardines de Eduardo Vicenti, pulmón de la ciudad con su estupendo paseo lleno de palmeras.

La Gastronomía en las Rías Baixas


La zona que abarca la Denominación de Origen RIAS BAIXAS comprende unos territorios ubicados en la provincia de Pontevedra, región situada en la parte más noroccidental de la Península Ibérica. Los paisajes de la zona combinan a la perfección costa y playa, valles y ríos que desembocan plácidamente en el océano Atlántico, de forma pausada invitando a la contemplación. Del mismo modo las playas de la zona son de una belleza sin igual. De aguas transparentes en donde se reflejan a la perfección unos atardeceres interminables. También poseen arena fina y todos los servicios que el visitante necesita para hacer placentera su estancia. En estas playas se pueden practicar deportes náuticos o simplemente darse un baño en aguas tranquilas. El clima, las corrientes marítimas y los sedimentos permiten que en ellas, como en toda la costa gallega, encontremos una enorme variedad de pescados y mariscos cuya calidad satisfarán a los más exigentes y delicados paladares.

Los terrenos de la zona están bajo el influjo del clima atlántico del oeste de la península. Las corrientes del golfo hacen que lleguen frentes cálidos del trópico en invierno, que ocasionan temperaturas suaves y precipitaciones abundantes. Las primaveras son largas y libres de heladas lo que beneficia a la vid. El verano es seco debido a influencia del atlántico de las Azores, pero con temperaturas suaves a causa de la proximidad del océano y los vientos del este y el norte. Esto es lo que le da la importancia de las barreras naturales que forman las cordilleras. El otoño vuelve a ser suave y lluvioso como el invierno. En las subzonas del Salnés y el Rosal por las montañas que tienen al sur y al oeste las lluvias son escasas. Por el contrario, en el Condado las temperaturas estivales son más altas y la humedad relativa es menor. Los suelos, por lo general, son de origen granítico y bastante arenosos, ricos en materia orgánica y normalmente ácidos. Son frescos y profundos. Estas características favorecen unas uvas de gran aroma, elegancia y finura.

Los vinos que se elaboran bajo el amparo de la D. O. Rías Baixas han conseguido ser uno de los mejores vinos blancos de España, si no el mejor, y uno de los mejores del mundo. Un prestigio que se ha obtenido gracias a la labor y el saber hacer de unos cosecheros y una excelente materia prima. El campo gallego siempre se ha caracterizado por el minifundismo y el mundo del vino no se libra de esta práctica. Desde los inicios de la Denominación de Origen en donde sólo había 14 bodegas inscritas, hasta la actualidad en donde se supera ya los 4.500 viticultores, ha pasado un largo camino de rigurosos controles, que le han proporcionado la excelente imagen que se asocia al vino D. O. Rías Baixas. Pero la existencia de tal cantidad de bodegas, con una baja producción, limita el desarrollo comercial de este magnífico producto, que sería bien acogido en cualquier mercado del mundo. El paso de una producción artesanal a una más elaborada, con la utilización de las últimas tecnologías, hacen que se consiga ese producto de tan alta calidad que el mercado demanda campaña tras campaña. El cooperativismo y algunos empresarios han conseguido alcanzar el nivel óptimo para llevar el vino Rías Baixas a los confines de la Tierra. Es de esta manera en la que se ha conseguido la fama de uno de los mejores caldos blancos del mundo.

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