Sé que no eres de aire
Sé que no eres de aire
porque tú lo respiras,
ni de luz,
ni de lluvia,
ni de céfiro helado
que aletarga llanuras,
y que abrasa los ojos,
y derrite la piel.
Pero quizá sí eres
de todas esas cosas
de las que tengo envidia,
pero que nadie sabe
decirme cómo son.
Y sólo en un esfuerzo
por robar tus esencias
y hacer lo tuyo mío
y lo nuestro de todos,
soy capaz de acercarme
y pedirte la voz,
pues sé
que en ella late
la inocencia del niño,
la dulzura del tiempo
y el olor de la flor.
Ya ves,
te pido poco,
sólamente la voz;
el resto de las cosas
querrán venir con ella,
las palabras,
la risa,
la ternura,
el candor...
Y así,
entre sorbo y sorbo
de poemas de aire,
veremos cómo habla
suavemente tu son,
y despacio,
sin prisas,
nos dirás lentamente:
"los versos son eternos"
"mis poemas son humo..."
Después,
tácitamente,
sin quererlo siquiera,
con tu eterna humareda,
nos cubrirás de amor.
zxz
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