BRISSA
SONETO DE LA DESPEDIDA
Se muere nuestro amor en el olvido,
destino del amor que ya no crece,
cueva dónde el querer enmudece;
encrucijada con diversos destinos.
De amor marchamos ambos peregrinos,
más el camino se nos llenó de abrojos,
en fuentes se convirtieron los ojos,
y el corazón quedó preso entre espinos.
¡Cómo te alejas de mi pensamiento!
No parece que te hiera la distancia,
ni la ausencia te mueva al sentimiento.
Dime pues adiós, que la templanza
se adueñe de este triste momento,
ya que reinar no pudo la constancia.
ME ROMPO
Me rompo amor.
Me resquebrajo.
Juguete del destino,
entre tus brazos
me desespero.
Me hago pedazos.
Me faltas y me deshago
en multitud de letras sin sentido;
en multitud de trazos;
en sonidos silentes;
en vacío escenario;
en tonos discordantes:
en cuento inacabado.
Cuando no estás, amor,
la oscuridad se extiende;
el brillo de mi estrella
muere apagado.
Viajan mis sueños,
encadenados a tu suerte,
desesperados vuelan tras de tu estela,
y si la noche nubla tu rastro,
no desesperan de alcanzarte,
amor, dulce remanso,
porque sin ti ..me hago pedazos.
REMOLINO
A tu encuentro he de ir.
Como abanicos al viento
se agitaran mis manos en saludo,
y mientras su viveza sacude el aire,
se derramará en ondas cálidas mi júbilo.
Te irás llegando Tú, despacio,
y en tanto que mis manos, ahora quietas, te aguardan,
mis ojos, anhelantes acortarán distancias.
Tu presencia, ya más intensa
ha de inundarlo todo, y tu sonrisa
fluirá cual maná en mi desierto.
Me tenderás los brazos;
y correré hasta ellos a reclamar mi sitio.
Y mientras tus labios suaves
se posan en mi pelo,
remolino serán mis dedos,
enredándose traviesos,
en tus cabellos.
AÑORANZA
Sé de tu tiempo,
vacío de memoria,
bañado de silencio.
Qué deambulan tus pasos
procurando el olvido.
La estrella que ha guiado
tus noches impacientes,
ilumina tan solo
el retrato en oscuro,
de este vivir, sin alma,
que somos,tan lejos de NOSOTROS.
Yo he bordado mis días,
con los hilos grisáceos
de tu maldita ausencia.
Mi pluma ha desbordado
mil versos inconclusos;
y he puesto una mordaza,
resignada, cobarde,
al ansia de tenerte
rondando mi cintura;
al dolor, de añorar
renacer en tu aire.
Se muere nuestro amor en el olvido,
destino del amor que ya no crece,
cueva dónde el querer enmudece;
encrucijada con diversos destinos.
De amor marchamos ambos peregrinos,
más el camino se nos llenó de abrojos,
en fuentes se convirtieron los ojos,
y el corazón quedó preso entre espinos.
¡Cómo te alejas de mi pensamiento!
No parece que te hiera la distancia,
ni la ausencia te mueva al sentimiento.
Dime pues adiós, que la templanza
se adueñe de este triste momento,
ya que reinar no pudo la constancia.
ME ROMPO
Me rompo amor.
Me resquebrajo.
Juguete del destino,
entre tus brazos
me desespero.
Me hago pedazos.
Me faltas y me deshago
en multitud de letras sin sentido;
en multitud de trazos;
en sonidos silentes;
en vacío escenario;
en tonos discordantes:
en cuento inacabado.
Cuando no estás, amor,
la oscuridad se extiende;
el brillo de mi estrella
muere apagado.
Viajan mis sueños,
encadenados a tu suerte,
desesperados vuelan tras de tu estela,
y si la noche nubla tu rastro,
no desesperan de alcanzarte,
amor, dulce remanso,
porque sin ti ..me hago pedazos.
REMOLINO
A tu encuentro he de ir.
Como abanicos al viento
se agitaran mis manos en saludo,
y mientras su viveza sacude el aire,
se derramará en ondas cálidas mi júbilo.
Te irás llegando Tú, despacio,
y en tanto que mis manos, ahora quietas, te aguardan,
mis ojos, anhelantes acortarán distancias.
Tu presencia, ya más intensa
ha de inundarlo todo, y tu sonrisa
fluirá cual maná en mi desierto.
Me tenderás los brazos;
y correré hasta ellos a reclamar mi sitio.
Y mientras tus labios suaves
se posan en mi pelo,
remolino serán mis dedos,
enredándose traviesos,
en tus cabellos.
AÑORANZA
Sé de tu tiempo,
vacío de memoria,
bañado de silencio.
Qué deambulan tus pasos
procurando el olvido.
La estrella que ha guiado
tus noches impacientes,
ilumina tan solo
el retrato en oscuro,
de este vivir, sin alma,
que somos,tan lejos de NOSOTROS.
Yo he bordado mis días,
con los hilos grisáceos
de tu maldita ausencia.
Mi pluma ha desbordado
mil versos inconclusos;
y he puesto una mordaza,
resignada, cobarde,
al ansia de tenerte
rondando mi cintura;
al dolor, de añorar
renacer en tu aire.
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