MIM0
No te diré que no llores
ni que tu corazón sangre
pues tus lágrimas recorren
mejillas y labios de ángel.
Corría la brisa en la llanura
acariciando tu lacio cabello,
silbando en tu fina cintura
bajo la sombra del enebro.
Reposa tu dolor en mi hombro,
siente en ti cómo algo de mí
brilla de esplendor como tesoro
calmando tu tristeza sin fin.
Apenada flor no te marchites,
aunque tu tallo sea frágil
hay algo en él que me aflige
ya que trémulas lágrimas embistes.
No te diré nada si lloras
ni curaré tu corazón si sangras
pues sabrás a lo largo de las horas
que no todas las lágrimas son amargas.
ooOOoo
Frías mis manos y mi corazón
alejados de mi región.
No puedo seguir la vereda,
con el sol escondido,
bajo la luna muerta.
Admirar fue mi pecado
y recordar ,mi condena....
Pulso que a mi mente frena.
Tu visualización alimenta mi cólera,
los sueños mi rabia , tu sangre mi sed.
Las tinieblas claman mi nombre,
la noche bendice mi sombra,
soy aquel que marchita lo que nombra
y pudre lo que esconde.
Custodio el cementerio de muñecas crucificadas
allá donde sangran las efigies de mis amadas,
donde los aduladores cantan para que mi diablo salga a comer.
Reniego a la luz y acojo a los vientos sonrientes del odio
que arremeten contra los altos pilares que sostienen al sol.
Osadas las fatuas marionetas que, manejadas por la apanterada
y fausta voz de la alegría, pretendan perturbar mi rabia.
Cuando las estrellas caen pálidas ahogándose envueltas en el oscuro seno de la noche,
contemplo la resplandeciente maldad en los hirvientes cielos rojos del crepúsculo.
Los árboles gimen horrorizados, mientras las fantasmales nubes son desgarradas,
la ebria tierra se agita y separa los mares, para ascender de la espesura olvidada.
Ha llegado la hora que la oscuridad vestida con plumas de cuervo se siente para jugar al ajedrez con la muerte.
Mas sólo siento lo descrito cuando el infortunio me domina.
sin recordar que un día fui como la hermosa rosa blanca
frágil y bella, en cuyo yugo ahora penetra su espina.
ooOOoo
Allá donde la podredumbre desvanece
otros festejan el adiós a la carne.
Cuerpos desnudos en festín bizarro
olvidan, allende espigados rostros tejen
cuévanos de cuna, con espinas de alambre.
Cantemos la canción a la miseria
entre tanta lacería y mera gallardía,
que turbia el tumulto en los suspiros
de los errantes como tórrida egregia.
No es fiesta dichosa escondiendo alegría.
Carnavalesca luz difumina la ciudad,
los niños sollozan la carne infausta
pues no dijeron adiós antes de cuaresma
sino pecaron en nacimiento para pugnar
alimento entre la muchedumbre exhausta.
ooOOoo
LUNA
Señora de lo oscuro y dueña de la noche,
el contemplarte me emociona.
Tu morada de acuarelas azules sosteniendo
a las almas recordadas, muestra el linaje
de los que hallaron un lugar en el recuerdo.
.
Vengo a ti para escuchar tu susurro
y que me acojas en tu cuna.
Oh amiga mía, adorada por aulladores
¿cuánta sabiduría concentra tu velo?
Pues largos fueron los infortunios que recoge la oscuridad
y sentidas las lágrimas de estrellas cuando reclaman su deseo.
Qué memorables momentos bajo tu destello,
eres hechicera de la sombra y dueña de la noche;
quisiera permanecer a tu lado para consagrarme con el trofeo de la eternidad,
contemplando los momentos de unión entre enamorados hechizados por tu sortilegio.
Quisiera tener lugar en tu estirpe
y mostrar mi luz a los desamparados
recordándoles lo bello que es el cielo
y lo efímera que es la vida.
Permíteme arroparme en la niebla de tu manto
y que mi humilde lugar en las estrellas
recuerde la pasión de tu magia
en los momentos de tristeza.
ni que tu corazón sangre
pues tus lágrimas recorren
mejillas y labios de ángel.
Corría la brisa en la llanura
acariciando tu lacio cabello,
silbando en tu fina cintura
bajo la sombra del enebro.
Reposa tu dolor en mi hombro,
siente en ti cómo algo de mí
brilla de esplendor como tesoro
calmando tu tristeza sin fin.
Apenada flor no te marchites,
aunque tu tallo sea frágil
hay algo en él que me aflige
ya que trémulas lágrimas embistes.
No te diré nada si lloras
ni curaré tu corazón si sangras
pues sabrás a lo largo de las horas
que no todas las lágrimas son amargas.
ooOOoo
Frías mis manos y mi corazón
alejados de mi región.
No puedo seguir la vereda,
con el sol escondido,
bajo la luna muerta.
Admirar fue mi pecado
y recordar ,mi condena....
Pulso que a mi mente frena.
Tu visualización alimenta mi cólera,
los sueños mi rabia , tu sangre mi sed.
Las tinieblas claman mi nombre,
la noche bendice mi sombra,
soy aquel que marchita lo que nombra
y pudre lo que esconde.
Custodio el cementerio de muñecas crucificadas
allá donde sangran las efigies de mis amadas,
donde los aduladores cantan para que mi diablo salga a comer.
Reniego a la luz y acojo a los vientos sonrientes del odio
que arremeten contra los altos pilares que sostienen al sol.
Osadas las fatuas marionetas que, manejadas por la apanterada
y fausta voz de la alegría, pretendan perturbar mi rabia.
Cuando las estrellas caen pálidas ahogándose envueltas en el oscuro seno de la noche,
contemplo la resplandeciente maldad en los hirvientes cielos rojos del crepúsculo.
Los árboles gimen horrorizados, mientras las fantasmales nubes son desgarradas,
la ebria tierra se agita y separa los mares, para ascender de la espesura olvidada.
Ha llegado la hora que la oscuridad vestida con plumas de cuervo se siente para jugar al ajedrez con la muerte.
Mas sólo siento lo descrito cuando el infortunio me domina.
sin recordar que un día fui como la hermosa rosa blanca
frágil y bella, en cuyo yugo ahora penetra su espina.
ooOOoo
Allá donde la podredumbre desvanece
otros festejan el adiós a la carne.
Cuerpos desnudos en festín bizarro
olvidan, allende espigados rostros tejen
cuévanos de cuna, con espinas de alambre.
Cantemos la canción a la miseria
entre tanta lacería y mera gallardía,
que turbia el tumulto en los suspiros
de los errantes como tórrida egregia.
No es fiesta dichosa escondiendo alegría.
Carnavalesca luz difumina la ciudad,
los niños sollozan la carne infausta
pues no dijeron adiós antes de cuaresma
sino pecaron en nacimiento para pugnar
alimento entre la muchedumbre exhausta.
ooOOoo
LUNA
Señora de lo oscuro y dueña de la noche,
el contemplarte me emociona.
Tu morada de acuarelas azules sosteniendo
a las almas recordadas, muestra el linaje
de los que hallaron un lugar en el recuerdo.
.
Vengo a ti para escuchar tu susurro
y que me acojas en tu cuna.
Oh amiga mía, adorada por aulladores
¿cuánta sabiduría concentra tu velo?
Pues largos fueron los infortunios que recoge la oscuridad
y sentidas las lágrimas de estrellas cuando reclaman su deseo.
Qué memorables momentos bajo tu destello,
eres hechicera de la sombra y dueña de la noche;
quisiera permanecer a tu lado para consagrarme con el trofeo de la eternidad,
contemplando los momentos de unión entre enamorados hechizados por tu sortilegio.
Quisiera tener lugar en tu estirpe
y mostrar mi luz a los desamparados
recordándoles lo bello que es el cielo
y lo efímera que es la vida.
Permíteme arroparme en la niebla de tu manto
y que mi humilde lugar en las estrellas
recuerde la pasión de tu magia
en los momentos de tristeza.
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