Tiempo detenido (por Freedom21)
Durante semanas enteras me vi allí, sola, sentada en aquel banco del Parque de Berlín, frente al estanque. Las canciones de Alex Ubago penetrando en mis oídos, provocando las lágrimas apelotonadas en mis pupilas, pensando que en cualquier momento te vería aparecer, sonriente, andando hacia mí para tomarme de la mano y pasear juntos, andar hacia cualquier lugar. Que tu mirada me abrazaría, cálida, y tus labios me arrancarían todos esos besos que quedaron a mitad de camino. Que continuaría todo tal como era antes, y que no nos habíamos separado...
Pero era un peso demasiado grande. La losa de tu ausencia cayó sobre mi pecho como el peor de los castigos y mi silencio te reclamaba a gritos. ¿Dónde te habías metido?
Cada mañana iba allí, miraba a uno y otro lado, intentando desprenderme de tu falta demoledora, del vacío que dejabas en mi alma sangrante. Cada mañana sonreía, triste, meneaba la cabeza, y me decía a mí misma:
¡No seas ilusa!
Dos largos años de fracasos y dolor agudo, dos años cambiando, moldeándome, negándome a mí misma lo que las evidencias demostraban. Intentando sacar todo aquello que me hacía daño, repitiéndome una y otra vez que aquellos besos nunca regresarían y, cuando creía que empezaba a conseguirlo... la vi. Vi tu sonrisa, medio asomada en aquel terreno de arenas movedizas. Sentí los nervios de la primera vez, los temores, las dudas, los latidos desmesurados de mi corazón... el cerebro abotargado... las preguntas agarrotadas en mi garganta...
Pero ahora sé que, cuando vuelva al parque, tú estarás esperando sentado en el banco y el tiempo no habrá pasado.
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